He venido porque me lo contó mi amiga y… por hacer algo
Llegó el 23 de marzo, el día de la tercera edición de Women TechMakers Valencia. Las inscripciones para entrar al auditorio principal tuvieron que cerrarse una semana antes por aforo completo, gracias a la maquinaria bien coordinada de la organización detrás del evento (sois increíbles) y a todos los patrocinadores que lo apoyaron.
El hilo conductor de la jornada era el papel de la tecnología y la digitalización en el futuro del trabajo. Por eso en Wimba nos propusimos dirigirnos este año a quienes representan ese futuro cercano.
Desde WTM lanzamos la propuesta de realizar una versión muy reducida de la metodología del Design Sprint, creada en Google y utilizada con éxito hoy en día en muchas empresas, sobre todo del sector tecnológico. Y la temática, alineada con uno de los aspectos que más preocupan a nuestros jóvenes de manera global: ¿Y si hacemos algo por nuestro planeta?
Íbamos a trabajar duro… un sábado por la mañana… ¡y durante más de cuatro horas!
Es gratificante ver el entusiasmo de quienes, con brillo en los ojos y un poco nerviosas ante lo desconocido, vinieron dispuestas a dar lo mejor de sí.
Al preguntarles por qué estaban allí, la respuesta mayoritaria fue: “Porque me lo contó mi amiga y…por hacer algo”. Aunque parezca una respuesta para salir del paso, no tiene desperdicio.
Analicemos. Primera parte: “Porque me lo contó mi amiga”. Cuando te involucras en la organización de una iniciativa como el WTM lo que te interesa es ser un altavoz, lo más potente posible, para visibilizar todo lo que la mujeres están haciendo, y pueden hacer, en el campo tecnológico, con la gran diversidad que ello engloba.
Los peques tecnológicos ya tienen sus prototipos 📲 ¡Aquí hay mucho talento #Tech! #TallerDesignSprint para mejorar el planeta 🌍🌱 @WimbaValencia #WTMValencia19 #WTM19 #Womentechmakers pic.twitter.com/7EAKlbyONw
— WTM Valencia (@WtmValencia) 23 de marzo de 2019
El evento llegará a unos pocos que pueden vivirlo, y a unos pocos más a través de la difusión en redes sociales o prensa, y también seguirá haciéndose grande en las historias que se cuenten sobre lo que en él se aprendió o descubrió, y en las vocaciones que haya podido despertar.
Y esto enlaza con la segunda parte: “por hacer algo”. Las participantes del taller se sorprendían cuando les decíamos “¡Esa es la actitud!”, porque no fue fácil encontrar a personas de esa edad (entre 12 y 16 años) que quisieran dedicar su mañana a descubrir cómo dar forma a sus ideas de la mano de la tecnología. Pero la buena noticia es que están ahí, y en el taller hubo una buena muestra de ello. Es necesario querer hacer algo para conseguirlo.
Y ese entusiasmo pudo con todo. Daba gusto trabajar con ellas, la metodología fluía, los tiempos funcionaban, aprendieron a usar una nueva herramienta de prototipado (Just in mind) sobre la marcha…pero podían con todo. A esas alturas ya no quedaba ni rastro de vergüenza ni de miedo a lo desconocido.
Terminaron el taller con dos propuestas. “Ayudamos y cambiamos”, un juego con el que aprender sobre reciclaje mientras te diviertes, y “Plantagram” una app para compartir vídeos y experiencias con el cultivo o cuidado de plantas, para animar a todos a vincularse más con la naturaleza.
Ellas se fueron contentas, nos dijeron que habían disfrutado de la experiencia, y para quienes estuvimos guiándoles en el taller (gracias Romina, Bea y Miriam) fue muy ilusionante ver en manos de quién está el futuro.
No hay mayor recompensa para todo el equipo que estuvimos detrás del WTM Valencia 2019 que la gratitud de todos aquellos que participaron, de una forma u otra, en el éxito de la jornada. La frase en la despedida era: “Contad conmigo el año que viene”. ¡Bien!
Tag:valencia, Women TechmMaker